De la dificultad de las primeras páginas al disfrute de una obra sorprendente, así cuenta Catalina López Arango su experiencia de lectura. ¿Por qué para ella esta es una obra literaria magistral? Un artículo del especial Leer para entender La vorágine, contenidos del primer libro del Club de Lectura Virtual 10 Libros en 2020. Ilustraciones © Canen García. También puedes oír este artículo leído por su autora.
Por Catalina López Arango*
La lectura de La vorágine no me ha parecido una lectura fácil. En mi concepto el autor tiene una forma muy suya, muy «sui generis» de adentrarnos en el tema central de la historia.
Muchas veces, y sobre todo al principio, sentía que no estaba claro el propósito de la novela, que el autor divagaba mucho entre los pensamientos, las descripciones, las situaciones, y que se repetía. Eso me pasó en la primera parte del libro. Sin embargo, en lo que pareciera ser casi otro libro, cuando ya empieza a ser más concreto, cuando aparece Silva, el libro se eleva a un nivel gigantesco. Y todo empieza a cobrar sentido.
El libro se convierte en la selva, se vuelve sinuoso como los ríos que nos menciona, traicionero como el cauce de los afluentes y los parajes, describiendo caracteres, personas y situaciones que se vuelven casi surreales, pero que sabemos que sucedieron bajo el manto espeso de las copas de los frondosos árboles de caucho. Historias tenebrosas, oscuras, truculentas y desesperanzadoras. Y en medio de todo eso, una prosa casi poética, exhultante y mágica como los árboles que pareciera que les musitan en la oscuridad o les indican el camino.
Muchas veces creí que hablaba de una cosa o creí que no estar entendiendo, o que me estaba llevando por un camino que no conducía a ninguna parte y, de repente, de un momento a otro, se abría un claro y se divisaba una meta, aunque no la final.
La vorágine es un libro mágico y muchas veces cruel. Es un libro, sobre todo, muy profundo. Otras veces pensé que el perdido era el autor, extraviado entre tanto río, recoveco, paraje y selva… y, sin embargo, la lucidez llegaba contundente y ruidosa como una tormenta sin anunciarse.
La novela se centra en la descripción de hombres sin rumbo, de hombres que perdieron el camino, el amor, el ser mismo, un hijo, la esperanza, la humanidad, la decencia, la civilización. Es, en definitiva, el eterno relato de la búsqueda de El Dorado, «pero el sol no sale para los tristes».
Y en medio de la locura que genera y se contagia del entorno, los hombres van mutando y seres llenos de miedo y deslealtad van emergiendo de una piel que termina abandonada o ahogada en una ciénaga fangosa. Estos nuevos seres sucumben y terminan arrodillándose ante los árboles susurradores, las tambochas, la plaga y la codicia.
Termino citando este paraje que nos pinta con palabras la visión casi cinematográfica de un monstruo tenebroso, imposible mas vívido y atemorizante:
“La visión de un abismo antropófago, la selva misma, abierta ante el alma como una boca que se engulle los hombres a quienes el hambre y el desaliento le van colocando entre las mandíbulas.”
¡Magistral!
Catalina López Arango es abogada, vive en Medellín y es una apasionada por la literatura y la acción social. Así se presenta ella: «Hago parte de un ejército de personas que cree que compartiendo lo que somos, lo que sabemos y/o lo que tenemos también podemos luchar contra nuevas formas de esclavitud: drogadicción, narcotráfico, microtráfico, prostitución infantil, bandas criminales. Por eso estoy vinculada de muchas formas, como asesora-voluntaria-tutora-innovadora-acompañante, y desde hace 18 hago parte de la Fundación Las Golondrinas, que tiene presencia en mas de 38 municipios de Antioquia y Córdoba.
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Diario de Paz Colombia 
¡Muy de acuerdo, Catalina, con el inicio tan lento de la novela! Al leerla, sentí que la novela debía empezar en toda la mitad, en la oración que dice «Los perros comenzaron a manotear mi mosquitero…». Todo lo anterior se puede dejar como un contexto que el lector puede deducir y que no se necesita describir. Desde ese punto, uno hasta sobrelleva ciertos momentos en los que el lenguaje se empantana o que Cova se hace difícil de apreciar. Gracias por compartir tus impresiones.
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