«Bien querer»: historia, arte y conjuros en la mirada de Joyce Rivas Medina


¿Cómo eran las prácticas amorosas de las mujeres afrocaribeñas esclavizadas en Colombia? ¿Qué relación habrá entre los conjuros de amor, los autos de fe de la inquisición y Cartagena de Indias durante los siglos XVII y XVIII? ¿Qué tiene que ver esto con la Colombia de hoy? Compartimos una reseña de una exposición visual que nos transporta a la historia y además nos conecta con la literatura de nuestro país.


Por Claudia Helena Amaya Rabe [Bogotá]

El pasado sábado 16 de marzo de 2024 tuve la oportunidad de asistir a la inauguración de la exposición “Bien querer” de la artista visual bogotana Joyce Rivas Medina.

La exposición, que consta de una serie de imágenes y archivos, está abierta en Material, un espacio de pensamiento, investigación y prácticas en fotografía y cultura visual, ubicado en el tradicional barrio de La Candelaria en el centro de Bogotá. Este trabajo, como manifiestan en Material, invita a «revisar críticamente violencias diversas sobre mujeres afrocaribeñas condenadas por brujería en la colonia. Es una apuesta también, por la co-producción de relatos e imágenes que evidencian la fragmentariedad que hasta el presente existe sobre las representaciones de africanos y sus descendientes en el Nuevo Reino de Granada».

¿Cómo llegué a la inauguración de Bien Querer? Sucede que a medida que me adentro en la relectura de la novela La tejedora de coronas (1982), parte del Ciclo 1 del Club de lectura de Diario de Paz, se van abriendo rutas insospechadas para conocer un poco más de lo que ocurría en la Cartagena de los siglos XVII y XVIII, tiempo en el que transcurren los hechos que rodean a nuestra querida Genoveva Alcocer, protagonista de la obra, y que terminan con su condena a muerte en la hoguera, acusada de brujería por la Inquisición.

…¡bruja!, ¡irrefragablemente bruja!, me colocaron en un cepo, desnudaron mis piernas, colgaron de las tenazas que me aprisionaban pesadas barras de hierro, y aunque la piel no llegaba a romperse el dolor resultaba intolerable, confesé todo lo que se me exigía… (Fragmento de La tejedora de coronas)

A través de una serie de fotografías, que son en realidad escanografías, “Bien querer” nos cuenta las prácticas amorosas de las mujeres afrocaribeñas esclavizadas en la Cartagena de los años 1600, tal como lo canta Joe Arroyo.

La maestra Joyce representa cuidadosamente los ingredientes de los conjuros de amor descritos en los autos de fe de la Inquisición y documentados por los Tribunales del Santo Oficio, esa institución alrededor de la cual gira la obra de Espinosa.

A la izquierda, imagen del conjuro: Agua de yerba del tostón. A la derecha, Amuleto de amor. Cortesía de la artista.

Fue emocionante para mí ver la representación del amuleto de amor, el conjuro de las habas, el agua de yerba del tostón, el conjuro del colibrí y el de la cáscara de naranja, así como escuchar a Joyce comentar las maneras en las que, durante aquel periodo de la historia, se condenó el saber ancestral y el conocimiento del poder curativo de las plantas que compartían las mujeres negras esclavizadas con las mujeres criollas que vivían en Cartagena, para que a todas las quisieran bien.

Cada elemento está perfectamente ubicado en cada composición para recrear esas prácticas por las que las mujeres negras esclavizadas fueron tildadas de brujas y condenadas por el Santo Oficio. Para la artista, tanto el conocimiento de las propiedades curativas de las plantas como la magia amorosa y conjuros de este tipo representaban formas de resistencia de las mujeres y eran la manifestación de conocimientos ancestrales.

Como describe la historiadora y académica colombiana Luz Adriana Maya, “allí donde los inquisidores sólo veían pactos con satanás y prácticas demoniacas, había en realidad, una particular forma de resistencia a la esclavitud”. A propósito, en la página web de ArtBo se afirma que “este recetario visual hace énfasis en los sistemas de conocimiento asimétrico que, en nombre de la ciencia y la religión, han condenado las prácticas y los saberes ancestrales por considerarlos herejes y, a la vez, señala cómo a lo largo de la historia el deseo de las mujeres ha sido visto como una fuerza lasciva y subversiva que requiere ser castigada”.

Mientras recorría la exposición y observaba este trabajo producto de varios años de investigación de la maestra Joyce, me preguntaba: ¿Y si Genoveva hubiese entablado una relación más cercana con alguna de las mujeres negras? Tal vez hubiese conseguido el conjuro perfecto para amar a Federico o para ser bien querida por esos hombres que conoció en Europa y que pasaron por su vida pero siguieron de largo, porque finalmente ella era solo “la tejedora de coronas de espinas, de coronas fúnebres y sólo sabía tejer guirnaldas de ignominia”.


Sobre la artista y la exposición

Joyce Rivas Medina @joycerivasmedina es una artista visual bogotana, con estudios en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas y la Universidad Nacional de Colombia.

En la actualidad está terminando sus estudios de maestría en Estudios Afrocolombianos de la Universidad Javeriana. Sus técnicas recurrentes son la fotografía y el dibujo. La mayoría de sus proyectos abordan temas como lo deforme, lo minúsculo, lo abyecto, lo siniestro, las alteraciones de la naturaleza y la magia amorosa, siendo uno de sus grandes intereses los archivos de la Inquisición.

Joyce ha participado en exposiciones colectivas en Colombia, México, Canadá y Cuba, y presentado exposiciones individuales en la Alianza Francesa de Valledupar, el Jardín Botánico de Bogotá y en las salas de ARTBO.

Su trabajo ha sido publicado en revistas especializadas de Arte, Literatura y Gastronomía. Y ha realizado residencias artísticas en México, en Uttarakand, India, y en el Shangyuan Art Museum de Beijín. En la actualidad se desempeña como docente de fotografía en varias universidades de Colombia.

Esta exposición hace parte de la residencia “Sombras desconocidas: Imagen, fotografía y objetos extraordinarios desde discursividades afrodescendientes en la colonia”, realizada con el apoyo del Programa Es Cultura Local, de la Alcaldía Local de La Candelaria @alcaldiadelacandelaria y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño @fundaciongilbertoalzate.


Imágenes: cortesía de la artista. En portada: A la izquierda: imagen del Conjuro de las habas. A la derecha: imagen de una relación de causa de fe, del Tribunal de la Inquisición.


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