¿Cómo surgió el conflicto armado colombiano? Apuntes para una lectura profunda


En 2023, el Club de Lectura de Diario de Paz está abordando el Informe Final de la Comisión de la Verdad, un legado que consta de 11 volúmenes y que, más que un conjunto de textos, es un llamado a conocer la historia de un largo conflicto armado para hacer conciencia del mismo y evitar que los hechos se sigan repitiendo. ¡Estudiemos juntos!



Por Juan Hernández [Frankfurt, Alemania]*

Porque consideramos que como ciudadanos deberíamos comprender las razones que nos han llevado a agredirnos (y a matarnos) los unos a los otros por más de medio siglo, este año, el Club de Lectura tiene el propósito de conocer el resultado del trabajo extendido de la Comisión de la Verdad. Creemos que es nuestro deber escuchar las voces de las víctimas y visibilizar su dolor, ser parte de la catarsis colectiva que nuestra sociedad requiere para exorcizar nuestros demonios y construir una sociedad en paz.

En desarrollo del plan lector 2023, después de haber leído la Convocatoria a la paz grande a principios de marzo, continuamos profundizando en los componentes del informe. Entonces dimos inicio a la lectura del tomo No Matarás dedicado a la narrativa histórica del conflicto armado en nuestro país. 

En la segunda sesión del club comenzamos a leer los antecedentes históricos del conflicto armado, desde inicios los años veinte hasta finales de los años cincuenta. Supimos entonces que fue en este periodo de la historia nacional cuando empezaron a perfilarse muchos de los actores, dinámicas e intereses que explican la prolongación y persistencia de la violencia política y fratricida bajo la que hemos vivido por más de sesenta años. Se estigmatizaron los movimientos campesinos, sindicales y de izquierdas, se agravó el problema de la tierra y se hizo aún más evidente la ausencia del Estado en los territorios. Además, el uso de la violencia se impuso como forma de solucionar conflictos entre los partidos políticos, llegando al punto más álgido a mediados de siglo con la violencia política.

Primera parte de la tabla de contenido del tercer tomo del Informe Final. 📥 Para leer completo este capítulo, sigue este enlace. 📌 Escucha la lectura completa en el canal de YouTube de Mujer leyendo en voz alta. Navega la multimedia para ampliar aún más en la historia. Visita: https://comisiondelaverdad.co/no-mataras-1



En las cuarenta páginas dedicadas a los antecedentes históricos, el Informe nos detalla la historia nacional de la primera mitad de siglo XX. Allí nos relatan la manera en que Colombia entró derrotada al nuevo siglo como consecuencia de la Guerra de los Mil Días y la pérdida de Panamá. Esta derrota hizo que la hegemonía conservadora en el poder se sometiera totalmente al dominio de Estados Unidos en dos aspectos: en lo económico y en lo político. 

Durante los años veinte, la inversión de capital estadounidense en sectores clave de la industria nacional –materias primas como el petróleo y el banano, y la infraestructura para la exportación– instaló un modelo de producción casi esclavista que acrecentó el problema de propiedad de la tierra productiva así como la segregación social. 

Esta lucha por la tierra y por mejores condiciones laborales impulsó la aparición de movimientos campesinos y sindicales. A éstos se les vio en principio como una amenaza por las elites conservadoras alineadas a la potencia del norte y a su política de «América para los americanos» y contra el comunismo; una ideología que recibió el apoyo de los latifundistas y la iglesia católica. Tanto el movimiento campesino como sindical fueron estigmatizados y reprimidos. El momento cumbre de este choque sucedió durante el gobierno del presidente Miguel Abadía Mendez (1926-1930). 

Durante los años treinta, el partido liberal retomó el poder, y tuvo el propósito de dar solución a los conflictos sociales con la Revolución en marcha durante los gobiernos de Alfonso López Pumarejo (1934 – 1938 y 1942 – 1945). Esta agenda de reformas a la propiedad de la tierra y a las condiciones laborales de los trabajadores generó una nueva época de conflicto entre las elites liberales y conservadoras.

En seguida, el regreso de los conservadores al poder trajo una generalizada violencia en todo el país. El 9 de abril de 1948 sigue latiendo en la historia de Colombia con el asesinato del político liberal Jorge Eliécer Gaitán. A partir de esa fecha se desató una de las peores violencias en la historia colombiana: La Violencia, con mayúscula. Los gobiernos conservadores de Mariano Ospina Pérez (1946 – 1950) y Laureano Gómez (1950 – 1951) declararon el Estado de sitio, cerraron el Congreso y gobernaron el país atizando el fuego de la violencia desde la plaza publica y la prensa. La violencia en los pueblos se hizo pan de cada día: los chulavitas o pájaros asesinaron liberales y, luchando por su vida, los liberales que podían escapaban a los montes. De allí surgieron las primeras autodefensas campesinas.

Las cifras impactan. Entre 1948 y 1958, este volumen del Informe nos comenta que en Colombia hubo más de 150.000 asesinados y dos millones de personas desplazados. La ola de muerte solo se detuvo momentáneamente durante la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla (1953 – 1957) y la firma de los pactos que devinieron en la conformación de periodo conocido como el Frente Nacional. Las elites dejaron de matarse para dividirse el poder, pero la pacificación en las regiones no resolvió los conflictos entre los actores. 

Estos antecedentes dan paso al capítulo «De la paz a la guerra insurgente (1958-1978)», período que abarca veinte años en los cuales surgieron muchos de los actores y las dinámicas actuales del conflicto armado: la pacificación fallida, el surgimiento de las guerrillas y la expansión de la lucha armada revolucionaria, un estado bajo la doctrina de seguridad nacional, el enemigo interno y el Estado de sitio; bandos que continúan con las armas como expresión política en el marco de la Guerra Fría y con la aparición de un nuevo ingrediente: el narcotráfico.  



Visita el micrositio del Club de Lectura para conocer en detalle la programación y para estar al día con los eventos. ¡Nos vemos!

*Juan Hernández Gutiérrez es politólogo colombiano y reside en Alemania. Disfruta de la lectura, en especial si es latinoamericana. Dice que también le gusta escribir, en particular historias enfocadas “los ofendidos y humillados en las periferias de este nuevo mundo feliz globalizado”. Es miembro del Club de Lectura desde noviembre de 2020.

Crédito de la imagen: Autor desconocido, sin fecha, Imagen 1911, «Entrega de armas del Llano – Guerrilla Mochará», Colección fotográfica Fondo Jorge Eliécer Gaitán. Tomada de la multimedia del Informe Final de la Comisión de la Verdad.

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Escrito por

Politólogo de profesión y aficionado a las letras. Amante de la literatura, en especial si se trata de escritorxs latinoamericanxs. Disfruta de la escritura, sobre todo de relatos sobre lxs ofendidxs y humilladxs en las periferias de este nuevo mundo feliz y globalizado.

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