Rescatar del olvido una quebrada de Medellín. Así se hizo y esto cuenta el documental «Santa Elena está perdida»


Una quebrada silenciosa corre debajo de la concurrida Avenida La Playa en el centro de Medellín. Aunque esta fuente de agua le dio origen a la segunda ciudad más grande de Colombia, desde hace más de setenta años está cubierta por concreto. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué la escondieron? El documental “Santa Elena está perdida” cuenta cómo sucedió todo y por qué.

Desenterrar una quebrada

En el año 2004, Juan Miguel Villegas y Maria Cecilia Restrepo, recién graduados de comunicación social y periodismo de la Universidad de Antioquia, decidieron invertir su tiempo y dinero en hacer un documental que contara la relación histórica entre Medellín y la quebrada Santa Elena. Aunque fuera de manera simbólica y testimonial, se propusieron descubrirla y contarle a la ciudad qué había pasado con ella.

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Juan Miguel Villegas y Maria Cecilia Restrepo

Juan Miguel y Maria Cecilia habían tomado dos cursos que los llenaron de inspiración, uno de reportaje, con la profesora Patricia Nieto, y otro de realización documental, con el profesor Alejandro Cock (q.e.p.d.). Para el curso de reportaje, Juan Miguel investigó sobre los animales subterráneos de Medellín, en particular sobre los que se podían encontrar en la cobertura de la quebrada Santa Elena, una fuente de agua que lleva más de sesenta años cubierta por concreto.

Esa investigación impresionó a Maria Cecilia, no solo por el reportaje escrito por su amigo, «Los bichos de la Santa Elena», sino porque hasta entonces ella no tenía ninguna idea de lo que sucedía debajo de la avenida La Playa. Aquí cuenta Maria Cecilia cómo fue que, a raíz del reportaje de Juan Miguel, ella decidió hacer algo más con esos hallazgos:

Durante unos cuatro meses, los periodistas recorrieron la ciudad buscando pistas. Visitaron archivos patrimoniales y particulares. Una fuente los llevó a otra, un libro a otro, un investigador a otro. “Comenzamos a ser exhaustivos y a buscar hasta sentir que las historias se empezaban a repetir o que las fuentes estaban diciendo lo mismo”, comenta Juan Miguel.

En el proceso de investigación entrevistaron historiadores, arquitectos, urbanistas, artistas, fotógrafos, e hicieron una expedición por los tramos transitables y seguros al interior de la quebrada.

El resultado, como dice Juan Miguel, es una “historia de 45 minutos y factura irregular (con más cariño que pericia técnica, pero que logró lo que se proponía) que grabamos y casi terminamos de editar en 2004”. Maria Cecilia cree que «A pesar de las dificultades técnicas, en el documental se nota el amor y el empeño que le pusimos a este trabajo y, básicamente, lo que significa para la ciudad haber descubierto para el público una historia que muy poca gente conocía».

La historia oculta bajo La Playa

Gracias a Santa Elena está perdida, a Medellín se puede viajar en el tiempo. Siguiendo el formato del cine mudo, el documental empieza por contar que la ciudad nació a orillas de la quebrada Santa Elena. Los indígenas aburraes habitaron este valle desde la época prehispánica hasta la Conquista en el siglo XVI, y construyeron sus parcelas cerca del riachuelo de Aná, la Santa Elena de hoy.

Algunos cronistas cuentan que los aburraes eran unos ‘viciosos del baño’ –comenta Juan Miguel–. Parece que pasaban allí mucho tiempo de recreación, de descanso, y además tenían una relación ritual con el agua, de una dependencia muy fuerte”.

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Esa relación se transformó cuando los descendientes de los primeros españoles llegaron a poblar el Valle de Aburrá entre 1630 y 1650. Para sus asentamientos eligieron el ángulo formado por el hoy río Medellín y por el riachuelo de Aná, actualmente el centro de la ciudad. Contrario a los indígenas, los españoles usaban la quebrada como basurero y desagüe de alcantarillas.

El documental muestra cómo la naciente ciudad dependió y se sirvió de la quebrada Santa Elena de muchas maneras. De allí salió su primer acueducto, el agua de sus pilas y fuentes públicas e, incluso, la que activó las primeras turbinas que iluminaron a Medellín. De la quebrada se sacaron además materiales de construcción y oro a baja escala, lo que fue profundizando su cauce.

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Santa Elena antes y después. Imagen comparativa: Leonardo, Memoria Visual de Medellín FAM HFM

Sin embargo, cuando empezó el proceso de industrialización en las décadas de los años 20 y 30, la ciudad se sumó a la tendencia occidental de usar los cauces de agua urbanos como desagües. Desechos residenciales e industriales comenzaron a contaminarla. La Fábrica de Coltejer, por ejemplo, depositaba los residuos de tintorería y otros procesos químicos en la Santa Elena. Juan Miguel explica que “con los años, los fétidos olores que desprendían sus aguas generaron animadversión y le dieron argumentos a algunos políticos que animaron la campaña de cubrir la quebrada, proyecto que terminó alrededor de la década de los años cincuenta”.

El arquitecto Luis Fernando Arbeláez resume así la relación de Medellín con la quebrada: “la Santa Elena fue la nodriza de la ciudad, la alimentó, pero después, cuando no necesitamos más la quebrada, cuando la contaminamos con desechos líquidos, sólidos; en ese momento la matamos y enterramos. Pasamos una losa encima y nos olvidamos de ella».

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Avenida La Playa, Medellín. Foto: Mauricio Henao Londoño

Desde entonces, Santa Elena está perdida, como dicen Maria Cecilia y Juan Miguel. Si al millón de peatones que caminan a diario por la avenida La Playa se les pregunta si sabían que debajo de sus pies pasa una quebrada, ¿cuántos dirían que sí?

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Avenida La Playa en diciembre. Foto: Sergio González (Checho)

La Santa Elena es un símbolo ambiental

La ciudad de Medellín ha sido considerada en los últimos años como “la Beijín de Colombia”. Los altos niveles de contaminación del aire han disparado la alarma ambiental hasta llegar a declararse las alertas naranja y roja, lo que significa que deben tomarse medidas urgentes para dispersar los contaminantes detectados en el aire. En este sentido, ¿qué tiene que enseñarle la quebrada Santa Elena a Medellín?

“Creemos que Santa Elena tiene todo para ser una de esas grandes figuras simbólicas que inspiren una relación diferente en todo Medellín con el ambiente y en particular con sus fuentes de agua”, dice Juan Miguel Villegas.

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Foto: Sergio González (Checho)

Lo que Juan Miguel y Maria Cecilia encontraron, grabaron y produjeron se ha convertido en un relato de interés patrimonial y ambiental para toda la ciudad. Para ellos, este documental invita a pensar en el agua en Medellín como un asunto integral que mezcla historia, memoria, urbanismo, conciencia ambiental, salud pública y salud mental, temas sobre los cuales hay que abrir el diálogo, en un momento en el que Medellín debe tomar decisiones serias en cuanto a su relación con el ambiente.

El documental y la quebrada salen a la luz

El Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín está en la Avenida La Playa, muy cerca de la quebrada oculta. Hace cuatro años, su director de entonces, Sergio Restrepo, supo que existía un documental sobre la Santa Elena, y se empeñó en rescatarlo y proyectarlo. No sabía que la única copia se había perdido en alguno de los trasteos de Juan Miguel.

Buscarlo les tomó dos años, hasta que un día Juan Miguel encontró el enorme taco del betacam en la última caja de un cuarto útil. Había sufrido los rigores del tiempo, pero aún podía verse. La primera parte de la edición la habían hecho en el año 2004 con apoyo del Canal U. Para terminarlo y retocarlo contaron con el apoyo de Telemedellin.

El 29 de abril de 2017, trece años después de haberse grabado, más de 800 personas llenaron el Teatro Pablo Tobón Uribe para ver, por primera vez, Santa Elena está perdida.

Estreno «Santa Elena está perdida». Teatro Pablo Tobón Uribe, Medellín

“Estamos impactados con la acogida del documental por parte de las personas», dice Maria Cecilia. Para ella, esto los anima a seguir trabajando en el tema desde lo académico y lo cultural, como un asunto de ciudad que incumbe a todos los habitantes.

Alrededor del documental y de la reflexión que hace sobre la ciudad, Juan Miguel dice que se ha reactivado y potenciado el debate sobre la quebrada. Académicos, arqueólogos, antropólogos, historiadores, entidades públicas y privadas, están ahora conversando sobre las posibilidades de devolverle la quebrada a la ciudad. Juan Miguel comenta que «el documental ha actuado como un imán: ha acercado y atraído a un montón de personas que desde sus profesiones están interesados en que Medellín le haga justicia a ese pasado. Pero no sólo profesionales, Santa Elena está perdida también ha despertado una curiosidad y un vínculo emocional entre los medellinenses y la quebrada, y ha ido atrayendo a mucha gente interesada en saber más y hacer algo».

Para algunos puede sonar a locura, pero, como ha investigado el colombiano Edward Calderón, se han hecho proyectos similares en el mundo, por ejemplo, el del paseo Cheonggyecheon en Seúl, Corea del Sur, un espacio urbano recuperado al destapar un arroyo que estuvo sepultado por 20 años. O el de Strawberry Creek, en Berkeley, California.

Antes y después de la recuperación del arroyo Cheonggycheon en Seúl, Corea del Sur

En cuanto a la capital de Antioquia, dice el arquitecto Luis Fernando Arbeláez, “la quebrada debe ser la fachada de la ciudad, el eje central, deberíamos sentirnos orgullosos de la santa que dio origen a Medellín”. Maria Cecilia también cree que, después de todo lo que la ciudad le ha hecho a la quebrada, debería ser este el momento de recatarla:

Aunque destaparla, por ahora, es apenas un proyecto, la Alcaldía de Medellín anunció a principios de 2017 que la avenida La Playa se convertirá en un paseo urbano peatonal, desde el Museo Casa de la Memoria y hasta la avenida Oriental. El plan Centro contempla sembrar árboles, construir nuevos andenes y aumentar el espacio público para el disfrute de la comunidad.

Entre tanto, el documental Santa Elena está perdida ha dejado dos cosas al descubierto: uno, la quebrada, al menos simbólicamente, y dos, la necesidad de hacer memoria y pensar en que el orden natural de las cosas sería devolverle la quebrada a Medellín, devolverla a ella a la luz.

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  • Para conocer más sobre el proyecto Santa Elena está perdida, puedes seguir la página en Facebook @santaelenaestaperdida
  • Si eres investigador o estás estudiando temas relacionados con la quebrada Santa Elena, no dudes en contactar a Juan Miguel Villegas @helinspector, o a Maria Cecilia Restrepo @lakandonga, para unirte y aportar al diálogo de ciudad alrededor de esta fuente de agua y símbolo ambiental.
  • Imágenes: fotografías históricas tomadas del documental Santa Elena está perdida. Imagen comparativa Santa Elena antes y ahora: Leonardo, Memoria Visual de Medellín FAM HFM. Fotografías: Mauricio Henao Londoño. Sergio González (Checho). Fotosdechecho en Instagram.
  • Aquí puedes ver el documental:

Escrito por

Periodista, escritora y editora. Fundadora de Diario de Paz Colombia. Contacto: editores@diariodepaz.com

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