La experiencia de la Asociación de productores agropecuarios por el cambio económico del Guaviare


Este contenido hace parte del especial Aprendizajes de paz y medioambiente, producido por la Fundación Compaz. Conoce un conjunto de cinco experiencias de reconciliación con el medioambiente en los territorios de Colombia.


Impulsados por el deseo de recuperar la región de escenarios de violencia generalizada, poblaciones campesinas del departamento del Guaviare –territorio ubicado al sur de Colombia–, se organizaron con el apoyo del Instituto Sinchi. El objetivo: alejarse del cultivo de la hoja de coca para comenzar un trabajo social y agropecuario enfocado en la conservación ambiental. A partir de esta iniciativa, la comunidad involucrada ha comprendido la importancia de los recursos naturales para la generación de oportunidades económicas, oportunidades que encontraron a partir de la producción de frutos naturales como el asaí. 

En el proceso, la asociación Asoprocegua constituyó un consorcio junto con un actor privado: Selva Nevada y con un actor investigativo: Bioingen. Para entender esta iniciativa es necesario tener una mirada comprensiva de la historia, las costumbres y expectativas de quienes la conforman. Como lo comenta uno de sus integrantes:

“Inicialmente lo que queríamos era cambiar lo ilícito por lo lícito, siempre llevando de la mano el medio ambiente. Así ha sido siempre, nosotros decimos: podemos vivir con pocos recursos, pero vivir mejor. Ahorita se han podido tener algunos proyectos, tenemos potreros de una hectárea con cercas, vamos reforestando por donde van las cercas, (…) nos interesa seguir concientizando de que no sigamos deforestando. Vamos a tener igual beneficios por 100 hectáreas de pasto y 100 reses, que en 20 hectáreas”.

Desde Asoprocegua, campesinos colombianos llevan a cabo la conservación del bosque a partir del aprovechamiento de los productos no maderables que allí existen, entre ellos el asaí, el mariche y el seje. Sus esfuerzos empezaron en 1998, guiados por la necesidad comunitaria de alejarse del cultivo de la hoja de coca y optando por un desarrollo económico más sostenible en términos ambientales, en un contexto donde se incrementaban las fumigaciones de los cultivos de uso ilícito. 

La asociación se constituyó formalmente en el año 2001 y, en 2004, con la ayuda de un proyecto de la Unión Europea, comenzaron a sembrar árboles maderables como abarco y frutos como coconá, arazá y borojó. En 2014 lograron dar viabilidad al proyecto de sustitución de cultivos de uso ilícito gracias a la creación del consorcio Bioguaviare SAS, del cual hacen parte tanto los campesinos de Asoprocegua como los ingenieros de alimentos de Bioingen y los emprendedores de Selva Nevada. Por medio de este consorcio fue posible construir una planta de procesamiento de asaí, garantizando que el fruto mantenga adecuados niveles de frío y pueda ser comercializado en las ciudades. Entre los principales compradores se encuentran Selva Nevada, Alsec, Corpocampo o Selvática, entre otros. 

Actualmente, la iniciativa está concentrada en poder aumentar la producción del asaí, aunque también se encuentran explorando otras formas de negocio como, por ejemplo, el aceite extraído de los frutos de burití y seje, muy valorados en la industria cosmética, y los desechos del fruto de asaí, cuyo contenido nutricional los hace aptos para otros usos que están explorando. 

Si bien la comercialización del asaí es el centro de la alianza que ha llevado a cabo Asoprocegua, los campesinos de la asociación han generado toda una cultura local de vivir del bosque, en relación con los frutales amazónicos (asaí incluido), y con los árboles nativos maderables, que pueden tumbar y vender sin alterar el equilibrio natural. 

Asoprocegua ha señalado que si bien ha logrado que muchas veredas campesinas sigan alejadas de la siembra de la coca, lo han hecho gracias a la capacidad de sus líderes. Argumentan que la falta real de condiciones de seguridad alimentaria genera que algunas familias retornen a los cultivos ilícitos y que esto, en gran medida, se da porque los actores armados, que también están presentes en los territorios, ofrecen incentivos materiales reales (hectáreas de tierra y herramientas para trabajarla) para que se cultive coca. Esto constituye un llamado a la acción sistémica estatal. 

La confianza y los lazos comunitarios creados en momentos tempranos de la iniciativa pueden verse amenazados por la fractura que está ocurriendo entre los campesinos que retornan al cultivo de uso ilícito y aquellos que permanecen unidos a la asociación, frente a lo cual se requieren acciones de carácter estatal y mucho esfuerzo y diálogo comunitario.  

Como parte de los logros que la asociación reconoce están la permanencia de las familias en el campo, así como la vinculación de los jóvenes y las mujeres en actividades económicas.  

“Aquí las mujeres se han quedado en el campo ordeñando las vacas, se mantienen en el campo produciendo para no ir a las ciudades. Tenemos que reconocer a Sinchi que nos ha apoyado en el estudio de los frutos amazónicos, con participación de los jóvenes. Tenemos que ir acompañados de ellos porque son los que nos ayudan para recolectar estos frutos. Ellos son los tecnólogos y técnicos que hacen parte de la organización”.

En esta iniciativa vale la pena destacar cómo se ha dado un diálogo entre diferentes grupos poblacionales a fin de tener intercambios de experiencias y saberes. Así da cuenta de ellos uno de los miembros de Asoprocegua: 

“Debemos resaltar la labor que estamos haciendo con los indígenas, que son nuestros ancestros y nos han dado la enseñanza para recoger estos frutos no maderables, ellos están enseñando a estos jóvenes a recoger los frutos. Nosotros como campesinos no estábamos adaptados para hacer esto, ahora lo estamos con los indígenas, los jóvenes, las mujeres y los desplazados”.

Este contenido hace parte del especial Aprendizajes de paz y medioambiente, producido por la Fundación Compaz. Conoce un conjunto de cinco experiencias de reconciliación con el medioambiente en los territorios de Colombia.

Escrito por

En Diario de Paz Colombia pensamos al país de manera constructiva. Difundimos textos que invitan a conocer y a reflexionar sobre la realidad nacional y que, desde diversas áreas y perspectivas, promueven una cultura de paz. ¡Escribe con nosotros! Envía tu colaboración a editores@diariodepaz.com. Leer nos une.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.