Construir un archivo con la memoria de la gente. Así se está creando el Archivo de Derechos Humanos de Colombia


Colombia tiene un Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto con más de 170 mil documentos. En esta entrevista, hecha en octubre de 2017, la comunicadora de este archivo, Viviana Pineda Hincapié, cuenta cómo surgió este archivo, cuáles son sus características y desafíos, y cómo los colombianos pueden consultarlo y aportar información.

Construir un archivo de derechos humanos en medio del conflicto armado colombiano no ha sido un proyecto fácil. Sin embargo, durante más de cinco años, un equipo de profesionales en comunicación, archivística y tecnología, y gracias a los aportes de los mismos ciudadanos y de las víctimas, en el país se ha ido consolidando un amplio Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria y Conflicto.

A partir de la información que se conserva en este archivo, es posible conocer testimonios y documentación sobre el conflicto armado, documentos originales y copias fidedignas relacionados con graves violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

Dice la historiadora norteamericana Kirsten Weld en su libro Paper Cadavers: The Archives of Dictatorship in Guatemala (2014) que “Podemos discernir mucho de una sociedad, específicamente de una sociedad en posguerra, con sólo mirar cómo esa sociedad trata sus archivos”.

Siendo así, en esta entrevista con Viviana Pineda Hincapié sobre el Archivo de Derechos Humanos de Colombia, pueden discernirse muchas ideas sobre la relación de los colombianos con los archivos y su memoria.

¿Cómo surgió el Archivo Virtual de Derechos Humanos de Colombia?

En Colombia tuvimos que crear un archivo que no existía, tuvimos que empezar desde cero. Todo surgió cuando en el año 2011, el gobierno nacional creó la Ley de Victimas 1448, por medio de la cual se creó el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Esta institución, dedicada a promover procesos que garanticen el derecho de las víctimas y de toda la sociedad a la reconstrucción de la memoria histórica, integró dentro de sus funciones la creación de un Archivo de Derechos Humanos.

La Ley nos dio la opción de hacer un archivo físico o con copias fidedignas, y se decidió hacer un archivo virtual por varias razones. Primero porque somos una entidad muy pequeña, con un presupuesto muy limitado, sin una amplia locación para conservar todos los documentos. Y segundo, porque lo que queríamos era que los archivos pudieran seguir prestando su función en el lugar en el que están. Este archivo virtual funciona desde mayo de 2016 y pueden acceder a él todos los ciudadanos, a través de http://www.archivodelosddhh.gov.co

¿Cómo empezaron a crear un archivo desde cero?

El caso colombiano es interesante y único. La experiencia no es nada parecida a, por ejemplo, lo que pasó en Guatemala, donde encontraron el archivo de la Policía Nacional (miles de documentos arrumados en una bodega) y a partir de ahí comenzó el trabajo de organizar y administrar.

A nosotros nos tocó primero pensar cómo debería ser este archivo. En primer lugar decidimos crear una política pública y participativa de archivos de derechos humanos. Empezó como un documento que se fue repartiendo en diferentes regiones del país y que se ha ido alimentando año tras año, incluyendo a organizaciones sociales y de víctimas en todo el país, y a funcionarios del Sistema Nacional de Atención a Víctimas que son quienes trabajan con archivos de derechos humanos todo el tiempo. Ahora es esa misma política pública, son los mismos ciudadanos y víctimas los que han ido diciendo cómo debe ser el Archivo de Derechos Humanos.

¿Qué tipo de documentos o información se conserva en un archivo de derechos humanos?

Un archivo no es un documento. Un documento es información inherente a la actividad humana. El archivo refleja un proceso, es un registro que se tiene del paso del tiempo y que se va formando naturalmente, conforme va pasando el tiempo. Pero nos hemos dado cuenta de que los archivos de derechos humanos son diferentes. Por ejemplo, el archivo de contabilidad de mi casa empieza cuando me mudo a la casa y comienzo a recopilar cuentas, recibos, etc. En cambio, los archivos de derechos humanos no se forman naturalmente, son archivos que las personas van haciendo por algún objetivo, por ejemplo, pedir justicia: ellos van recogiendo pistas por un lado, por el otro, devolviéndose en el tiempo.

Estos archivos deben conservarse porque tienen valor, porque tienen utilidad, porque sirven para defender los derechos de las personas que los estén haciendo en contextos del conflicto armado. No hay cosas tan organizadas en realidad, sino que son diversos y no responden a la sistematicidad. Deben mostrar el antes, el durante y el después. 

Entonces antes de que se creara este archivo nacional, las personas y organizaciones tenían sus archivos particulares. ¿Cómo ha sido el proceso de acopiar información tan dispersa en un mismo archivo?

Se tomaron varias decisiones. Primero, la Ley decía que este archivo debía proteger todos los archivos de derechos humanos que hay en el país. Sin embargo, para protegerlos teníamos que saber primero dónde estaban. También nos obligaba a desarrollar un registro, que es como un censo de archivos de derechos humanos. Para eso hay unos equipos de personas en las regiones encargadas de registrar estos archivos. Ellos van, visitan a los custodios, conocen el archivo, hacen un diagnóstico, es decir, miran en qué condiciones están y determinan si están o no en peligro.

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socialización de la Política Pública de Archivos de DDHH con organizaciones sociales y de víctimas en Bucaramanga

Los primeros archivos que logramos acopiar fueron los de organizaciones sociales o de víctimas, pero con el tiempo ha pasado que por ejemplo los jueces en casos de restitución de tierras y de procesos de justicia y paz, le están dando órdenes al CNMH de archivar los expedientes en los que ellos están trabajando. En esos casos, nosotros también tenemos expedientes de juzgados, sólo que en esos expedientes hay información, por ejemplo, de inteligencia militar o información reservada por Ley. De manera que lo que hace nuestro archivo es informar a la sociedad que esa información existe, pero con restricciones de acceso.

¿Actualmente, qué archivos componen el Archivo Virtual de Derechos Humanos de Colombia?

Actualmente hay 172.425 documentos para consulta en el archivo virtual. Puedo darte dos ejemplos. Uno, el archivo del periódico Voz, del Partido Comunista, que este año cumplió sesenta años y que ha cubierto las huelgas sociales de nuestro país.

También estamos trabajando con el archivo de CODHES, una entidad que se ha dedicado a reportar el desplazamiento forzado en Colombia y que ha ido siempre en contravía de las cifras oficiales. Ellos también llevan 20 años investigando y tienen un archivo enorme que le ha hecho seguimiento al conflicto.

A lo que le apuntamos es a tener fuentes muy variadas de información que en algún momento puedan cruzarse, para ayudar en los procesos de paz que estamos viviendo y en la reconstrucción de memoria histórica. Este no es un archivo judicial. La idea no es que sirva para llevar a alguien a la cárcel, aunque puede pasar, pero no es nuestro objetivo. Lo que queremos es que sirva para hacer reconstrucción de memoria con todo lo que eso implica.

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¿Qué pasa con los archivos de instituciones como la Policía Nacional, el ejército, las oficinas de inteligencia? ¿Hacen parte o no?

En este momento no hace parte de lo que hacemos. Colombia es uno de los países que más leyes archivísticas tiene. Existe la Ley General de Archivos, que dice que todos los archivos de las organizaciones públicas deben ir al Archivo General de la Nación. Pero también existe la Ley de Transparencia de Información, que dice en qué casos la información es accesible y en qué casos no. Y además existe la Ley de Inteligencia y de Contrainteligencia, que aplica a estos archivos de inteligencia, como el del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) o los de la policía o el ejército. Estos archivos tienen unas condiciones especiales de acceso.

El Centro de Memoria es una entidad muy pequeñita en la estructura del Estado. Hace parte del programa de Prosperidad Social de la Presidencia, y depende de los fondos del Estado. Cuando se creó, lo primero que se pidió fue independencia para investigar. Pero eso no significa que podamos llegar a los archivos del DAS o el ejército.

En este momento lo único que se ha adelantado para llegar a ellos es la firma de un protocolo de gestión documental con el Archivo General de la Nación, un protocolo que busca proteger la información de derechos humanos de esos archivos. Esto quiere decir que los archivistas que trabajan allí ahora tienen que identificar qué documentos están relacionados con casos de violación a los derechos humanos, y conservarlos.

¿Cómo es el proceso para que la gente que tenga un archivo lo registre?

La realidad es que no es fácil que la gente quiera registrar su archivo. Hay que tener presente que nosotros somos una entidad del Estado, y que el Estado ha sido un actor en este conflicto. Entonces eso ha generado muchísima desconfianza y ha sido muy difícil que la gente quiera visibilizar sus archivos. Además, venimos de un conflicto en el que tener o encontrar un archivo podría condenarte a la muerte. De ahí que muchas personas quemaran sus archivos o que los tengan escondidos. Ahora, registrarlo no significa que nos donen una copia.

En este sentido, ¿cómo hacen para garantizarle protección a las personas que deciden registrar su archivo?

Algo importante en este tipo de archivos es que están sujetos a una serie de peligros, físicos, por ejemplo: que se deteriore, se dañe; pero otros sociales, como las amenazas a los líderes, o el hecho de que alguien quiera apropiarse de esa información. Por una parte, estar registrados es ya una manera de protegerlos, en la medida en que ya se sabe que existen. Y al registrarlos se hace un diagnóstico. La persona que cuida ese archivo llena un formulario y dice si quiere que la información del archivo sea pública o no, o a partir de qué momento puede hacerse pública.

¿En la práctica, cómo se selecciona los archivos que registran o se acopian esos archivos?

Es un proceso complejo porque es difícil construir confianza, porque tenemos pocos recursos y porque para poder ser acopiados, los archivos tienen que pasar por un proceso de valoración. Hay que considerar si sí es una información relevante, que aporta a la construcción de memoria histórica. Nosotros no cubrimos derechos humanos en general, como casos de violencia doméstica, por ejemplo. Nosotros archivamos casos que representan graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario. También incluimos archivos que reflejen los procesos de resistencia de las comunidades.

¿Cuáles han sido los mayores retos en la construcción del archivo de derechos humanos de Colombia?

No es lo mismo hablar de un archivo convencional y de un archivo de derechos humanos. Para nosotros todo el proceso ha sido un aprendizaje en todos estos años. Poco a poco nos hemos ido organizando, pero el gran reto es que estamos construyendo un archivo con la memoria de la gente. En estos archivos particulares están los hechos más dolorosos que ha vivido la gente. Está la historia de sus vidas. Entonces no es tan fácil llegar a pedir una copia de esos archivos, o pedirles que nos dejen registrarlos u organizarlos. Son procesos largos.

¿Qué relaciones tiene este archivo con otros archivos de derechos humanos en el mundo?

Tenemos convenios con el archivo de la policía en Guatemala. Ellos han venido a dictarnos cursos, y técnicos nuestros han ido allá. Hemos organizado también seminarios internacionales. Nos han visitado, por ejemplo, funcionarios del archivo de la policía secreta alemana, de un archivo civil que se creó en Chile, del grupo de Memoria Abierta de Argentina. Algo importante ahora es que estamos en negociaciones con el gobierno suizo para mantener una copia digital de nuestro archivo en Suiza. En caso de que algo pase aquí, tendríamos un respaldo allá y la información de las personas estaría protegida.

¿Qué le espera a este Archivo Virtual de Derechos Humanos?

El mandato del Centro Nacional de Memoria Histórica va hasta el 2021. Hasta ese año existiría el Centro como tal. Lo que viene será el Museo de la Memoria, y se espera que este archivo haga parte del museo. Mientras tanto, seguimos intentado, sobre todo, crear cultura alrededor de los archivos de derechos humanos.

Cada vez que vamos a una ciudad a difundir lo que estamos haciendo, compartimos lo que hacemos para que la gente vaya reconociendo el valor de los archivos. También estamos haciendo un gran esfuerzo en incluir archivos de prensa, y seguimos en la dinámica de construir con las organizaciones sociales.

Concebir y crear el Archivo de Derechos Humanos de Colombia es un esfuerzo continuo e incluyente. Todavía hay mucho por hacer, pero ya sentimos que hemos dado unos primeros pasos muy firmes en la construcción de memoria, y esperamos seguir aportando muchísimo más.

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Visita y conoce el Archivo Virtual de Derechos Humanos y Memoria Histórica de Colombia. Aquí podrás acceder a información recomendada, compartir documentos con tus amigos, consolidar bibliografías, crear sus propias colecciones y disponer de listados de documentos pendientes por leer, entre otras opciones.

Esta información puede ser de utilidad para muchos colombianos. ¡Compártela en tus redes!

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