Párrafos selectos para conocer la voz y la obra de Roberto Burgos Cantor


Como parte de un homenaje al escritor cartagenero Roberto Burgos Cantor (1948-2018), invitamos a los lectores a participar en este contenido de párrafos selectos de sus obras. Lee también un fragmento de su novela Ver lo que veo, y una reseña sobre su vida y legado.

Para enterrarlo tengo que encontrarlo

“Lo que más deseo es enterrarlo. No por religiosa que de alguna manera lo soy, como mi madre y mi abuela. Religión de devociones simples y preceptos universales: hacer el bien, prodigar solidaridad, inventar el amor, acompañar el dolor ajeno, tener un confidente en los altares, no amargarse por la codicia de tener más de aquello que se necesita, y así, sin complicaciones de pensamiento. Lo quiero enterrar porque tengo el derecho a despedirlo, a llorar delante de lo que quede de su cuerpo, a atravesar el silencio indiferente de la muerte con palabras que salen de mi sufrimiento, del vacío, de la soledad reciente, impuesta por su muerte y sé que las va a oír. Las palabras como pájaros invisibles que se confunden con la sustancia sin fórmula de la muerte. Para enterrarlo tengo que encontrarlo…”.

Fragmento del cuento “Fosas comunes”, del libro El secreto de Alicia. Cuento completo disponible en la Revista Desde el Jardín de Freud, 2011

En una región de la memoria donde también llueve

“En octubre llueve a diario: aguaceros ruidosos y abundantes, sin tormenta, caen a cualquier hora varias veces seguidos de una llovizna apretada. La luz se hace turbia y la ciudad se diluye en la sombra del invierno. Las calles, por trechos irregulares, tienen la iluminación desvalida de las lámparas del alumbrado con su cubierta de peltre astillado y las bombillas opacas por la capa de salitre que titilan azotadas por la brisa y el agua en lo alto de los postes negros de la brea con que curan la madera. Las casas mantienen los focos encendidos y en las ventanas abiertas se escurre un temblor amarillo, sucio, que se pierde en la penumbra insalvable de las habitaciones con las cortinas y las ropas mohosas, los mochuelos engarrotados y el alpiste con hongos en las jaulas de alambre dulce, los espejos tomados por halos inexplicables, los morochos desaparecidos, los perros tristes debajo de las mesas, los gatos huraños restregándose en las almohadas y la mirada larga de los habitantes aburridos con los recuerdos que se atascaron en una región de la memoria donde también llueve”.

Fragmento del libro Pavana del ángel. Selección del escritor cartagenero Javier Ortiz Cassiani.

La máquina de vapor

«El tren pasaba: iba y volvía lento, cruzaba la lluvia, una figura tenue que va a desvanecerse, que no terminará de pasar, la máquina de vapor arrastrando los carros y los ruidos y el silbato».

Fragmento de la novela El patio de los vientos perdidos. Selección del lector Dagoberto Rodríguez Alemán.

Gritar

«Voy a gritar. A sembrar mi voz en esta tierra de indios muertos, navegantes y hombres de comercio blancos. Hombres y mujeres de religión blancos. Hombres de gobierno y de armas blancos. Y nosotros, mujeres y hombres negros, sin elección, obligados, de remeros de galeras, de mineros en los socavones, de constructores de defensas, encerrados en las ergástulas públicas, de sirvientes en las casas, de cultivadores en las haciendas, de ayudantes en el hospital de San Sebastián, de intérpretes de ideas bondadosas pero estrafalarias y dominadoras, de perseguidos en los arcabucos de las afueras, de cargadores en el puerto, de arrancados de su vida y desgraciados en esta tierra inhóspita de calores insoportables y humedad insalubre, donde hace más sofocación cuando llueve, y las moscas del día y los mosquitos de la noche acosan la piel y los ojos, donde no nos dejan ser nadie, donde estamos condenados y morimos sin vivir, tierra de paso y mar de protección en la cual ya tenemos descendencia que continúa la desdicha, que no conocerá a sus abuelos, que está marcada por la fatalidad de un desarraigo que destruye las raíces, hace imposible el deseo, pudre las querencias y se empeña en abolir la lengua».

Fragmento de la novela La ceiba de la memoria (2007). Finalista del Premio de novela Rómulo Gallegos.

Uno jamás se imagina

[…] «Él la convidó a que se tomaran un jugo. Fueron a un pequeño negocio lleno de canastas de alambre tejido, puestas contra la pared, cargadas de naranjas, curubas, guayabas dulces, papayas, mangos, mandarinas, tomates de árbol. En el aparador que servía de barra, sin asientos, había arepas de maíz, pequeños cilindros de achira, la harina de sagú, pedazos de queso blanco y unas brevas en almíbar.

«No pudo resistirse al sorbete de curuba y, tan pronto subió por el pitillo que chupó ansiosa, se supo en tierra conocida. El hombre le propuso que fueran primero a dejar su hoja de vida en una empresa de vigilancia y miraran dónde sería útil entregar la de ella. En el periódico que les prestó la muchacha que atendía los jugos, revisaron los avisos clasificados. Se rieron con las descripciones de las solicitudes. Mujer u hombre con inclinaciones femeninas se requiere para cuidar anciana delicada que le gusta la lectura. Tiempo completo. Habitación y comida. Paga por convenir. Interesados llamar al teléfono. Entrevista previa. Se buscan mujeres de voz melodiosa, sin melindres. Proclives a la fantasía. Horarios cómodos. Reserva total. Salarios atractivos y ambiente de trabajo cariñoso. Secretario con buena ortografía y experiencia en redacción de textos patrióticos, de amor y comerciales. Habilidad en tomar dictados y paciente con el teléfono. Oficina de prestigio y bien situada. Se empieza con el salario mínimo y posibilidad de ascenso. Enviar curriculum vitae al apartado aéreo número. Jóvenes de cualquier sexo con formas armoniosas y buena salud. Libres y sin prejuicios. Convencidas de que ofrecer placer al prójimo es caridad. Centro cultural nuevo. Se garantiza anonimato. Salario según desempeño. Enviar fotografía y aspiraciones a la siguiente dirección.

«El día continuaba de un gris apacible y frío cuando fueron a la empresa de vigilancia y la mujer hacía bromas sobre su destino y los trabajos.”

Fragmento de En las alturas (2014). Biblioteca Digital de Bogotá.

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  • Lee también un fragmento de la novela ‘Ver lo que veo’, Premio Nacional de Novela 2018.
  • Lee también De qué escribo y cómo escribo. Las dos preocupaciones de Roberto Burgos Cantor.
  • Aquí puedes descargar gratis «Lo amador», cuentos reunidos de Roberto Burgos Cantor. Disponible gracias a la Biblioteca Nacional de Colombia.
  • Si quieres saber más sobre la vida y obra de Roberto Burgos Cantor, te recomendamos leer esta entrevista que le hizo el poeta Elkin Restrepo para la Revista Universidad de Antioquia. O ‘La musicalidad es necesaria en la literatura del Caribe’, una entrevista del periodista Carlos Restrepo.
  • Los libros de este autor están disponibles en las principales bibliotecas y librerías del país. Si no los tienen en tu biblioteca más cercana, consulta por el servicio de préstamo interbibliotecario.
  • Participa en esta selección dejando en los comentarios un párrafo que te guste de alguna de las obras de Roberto Burgos Cantor.

Escrito por

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