Cada año se celebra en Medellín el Festival Internacional de Poesía. En 2019, entre el 29 de junio y el 6 de julio, este evento llega a su 29ª versión y contará con la participación de 35 poetas de los cinco continentes. La siguiente es una reseña y una invitación a conocer este reconocido escenario para difundir la poesía, un encuentro pluricultural que es a la vez un llamado a la paz en Colombia y el mundo. Fotos: cortesía.
Por Doby González
Muchos coinciden en afirmar que la música es un lenguaje universal que no conoce fronteras. La poesía se encuentra impregnada de ritmo y musicalidad, entonces resulta válido asegurar que, al igual que la música, el arte poético es otro lenguaje o medio de expresión que desestima límites territoriales y apunta a la universalidad.
«La poesía es música, sonoridad de las palabras, ritmo de los versos”, afirma el escritor y jurista español Antonio Pau, en su introducción al texto Cuarenta y nueve poemas de Rainer María Rilke. Entonces, es indudable que la poesía es más que una reunión de palabras, es un vibrante, comprometido y necesario canto por un mundo más habitable y justo en medio de tanta convulsión y caos. [Conoce la serie Leer un poema]
Dentro del carácter universal de este género literario, podría decirse que la poesía intercede como un canto de arrullo entre dos valores que considero imprescindibles para hacer del planeta un lugar de residencia armonioso y amigable. Ellos son la paz y el respeto, de ahí que sea tan necesaria su constante difusión y divulgación.
En palabras del intelectual y poeta chileno Vicente Huidobro: “Debemos llenar la vida de poesía, infiltrar la poesía en todos lados, hacer que el planeta Tierra esté cruzado de poesía por todas partes. Que cuando nos miren de Marte vean largos canales de poesía que atraviesan la Tierra”.
Esto es justamente lo que sucede cada año en la ciudad de Medellín, en donde decenas de poetas se reúnen durante una semana con el pretexto de compartir sus obras, pero sobre todo de irrigar amor, bondad, respeto, paz, solidaridad, constancia, creatividad. Los 122 eventos de este Festival contribuyen de forma singular en la generación de instancias para el debate y la confrontación de ideas respecto a los mecanismos pacíficos de resolución de diferencias y conflictos. También sirve para el deleite de la palabra y del «buen decir».

Este año, el Festival contará con la participación de poetas de los cinco continentes, de países como Túnez, México, Suiza, Rusia, Kosovo, Francia, la República Popular China Panamá, la Nación Quechua de Ecuador y la Nación Mapuche de Chile.
Celebro la intervención de todos y, en especial, la del poeta Gonzalo Fragui en representación de los creadores de Venezuela quien, en su carta de presentación en torno a la poesía, dice:
La poesía es la savia de una sociedad. No se ve pero está allí, presente, dando vida. Todos se fijan en los frutos de los árboles, en la producción, en la economía de una sociedad, pero nadie, al ver un árbol, en la savia que nutre desde la raíz. Así es la poesía para la sociedad. No se ve pero es lo que da vida. La poesía debe mostrar nuestra esencia. No nuestra apariencia. La poesía debe mostrar nuestro verdadero ser y el ser de todo lo que nos rodea. Para ello debemos estar en sintonía con nosotros mismos… La poesía debe promover valores que tienen que ver con el bien, con la bondad, con la belleza, con la paz, con el ser humano, con la humanidad, con la naturaleza, con la ecología. La poesía no puede resaltar antivalores como la guerra, el racismo, la discriminación de todo tipo, la destrucción de la naturaleza, los crímenes.
El programa del 29° Festival de Poesía de Medellín también anuncia la participación de poetas colombianos con larga trayectoria y de jóvenes promesas de las letras como Juan Sebastián Sánchez, Manuela Salinas, Sebastián Berrío, Johana Casanova, Henry Alexander Gómez, Margarita Losada, William Jiménez y Leidy Vásquez. Oírlos y acompañarlos es una manera de reconocer su talento y compenetrarse con la esencia de su poesía.
La poesía es un enigma. Por eso, esta jornada de encuentro con la poesía y los poetas constituye un misterioso viaje por las recónditas galerías del ardor existencial de sus creadores, abierta al debate de ideas y a la construcción de un mundo más solidario y menos hostil.
Cuántas sorpresas aguardan a quienes decidan acercarse al mágico mundo de la poesía: es un misterio, sí, pero a la vez es una actividad cultural y cívica que no puedes despreciar. Como un abrebocas, esta es, por ejemplo, una de las obras del joven poeta colombiano Juan Sebastián Sánchez:
La palabra
Alguien tira de la palabra
por la calle
carga la sombra que rompió
la voz en la piedra
la soledad del bolígrafo
los vacíos de la tinta
los poetas colgaron la palabra en los faroles sin aceite
en los mercados sin aplauso
en el nudo que ataron los zapatos al olvido
la palabra no se ha pronunciado
quién sabe más
que aquel que guardó silencio.
Para enterarte de las actividades programadas puedes consultar el sitio oficial: https://www.festivaldepoesiademedellin.org
Sigue este Festival y conoce a los poetas invitados, a través de sus páginas en Facebook y en Twitter.
Sigue leyendo en Diario de Paz Colombia los poemas publicados en la serie Leer un poema:
- «Dejen que viva a mi modo, nadie morirá por mí»: Manuel Mejía Vallejo
- El soneto colombiano que Rocío Vélez de Piedrahíta se sabía de memoria
- Hay un país que crece entre la cizaña. Un poema de Paloma Bahamón Serrano
- ‘La felicidad’ y ‘Lugar común’. Dos poemas de Rogelio Echavarría
- Retrato de un hombre. Un poema de Lucía Donadío
- Composición. Un poema de Elkin Restrepo sobre las usuales cosas de siempre
- Junto a la quebrada. Un poema del libro ‘Montaraz’, de Jony Albino Arenas
- El canto de las moscas. Poemas de Maria Mercedes Carranza sobre comunidades masacradas en Colombia
- Montañas. Un poema de José Manuel Arango