Este texto fue escrito y compartido por el líder social y director de Sembrandopaz, Ricardo Esquivia Ballestas, en la Mesa de protección por la vida, en el municipio de El Carmen de Bolívar, el 7 de febrero de 2019. Lee también su mensaje “Tenemos que ser vigías de la esperanza” y sigue el especial La paz en los Montes de María.
Cuentan que una vez hubo un gran incendio en el bosque, y los animales se organizaron para apagarlo. Un elefante iba y con su trompa tomaba gran cantidad de agua y la echaba al incendio, y así varias veces. Un colibrí iba y tomaba una gotita y la echaba al fuego, y así varias veces, hasta que el elefante muy molesto le dijo: ”animal estúpido, quítate del camino que lo que haces no sirve para nada”, y el colibrí le contestó: “Señor elefante haga su trabajo que yo hago el mío”.
Son los contrastes. La característica del colibrí es el arte para volar, maniobrar y, a pesar de su tamaño es el animal que tiene el corazón más grande. El elefante tiene gran tamaño, peso, fuerza y capacidad de llevar agua.
Quiero comparar a la sociedad civil de Montes de María con el colibrí: pequeña, gran capacidad de maniobrar y estar en muchas partes, y un corazón que se fortalece con la esperanza y la fe de su pueblo. Y al Estado quiero compararlo con el elefante.
Aquí en esta región hubo un gran incendio, cientos de muertes, miles de proyectos de vida destrozados por el desplazamiento, pero quedó una gran experiencia y no queremos que se repita.
Se están viendo señales, hechos y conductas que alertan que hay personas que quieren volver a incendiar la región, amenazas a líderes y comunidades, llamadas, presencias, panfletos. Pero no, no lo vamos a permitir, no otra vez. Aclaramos: No somos una región descontinuada, somos un experimento en acción.
Invito a los integrantes de la sociedad civil en Montes de María a rescatar su fuerza, su fe en la vida, su capacidad organizativa, a no permitir que el miedo ahogue su esperanza, a ser vigías de la esperanza y rescatar todo lo positivo que esta dura experiencia del conflicto armado ha dejado en la región. A no permitir que la pesadilla de la guerra regrese, a fortalecer la red de afectos que genera confianza y desde allí blindar a la región contra la violencia.
Integremos y capacitemos en cada corregimiento de los 15 municipios un equipo de líderes y lideresas en resolución y transformación de conflictos que sean mediadores y conciliadores en equidad y jueces de paz, para que actúen directamente en cada comunidad y se conviertan en una red comunitaria de alerta temprana del conflicto y a la vez en un observatorio para la prevención y transformación de conflictos, fortaleciendo y dando fundamento a los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia, teniendo en cuenta que se han creado los departamentales de Bolívar y Sucre, 8 de los 15 municipios de Bolívar y Sucre.
El Estado, el gobierno nacional y territorial, con su fuerza de elefante no deben menospreciar al colibrí, sino unir fuerzas y capacidades, creer en el liderazgo y organizaciones regionales, y desde la justicia de paz o comunitaria apoyar y capacitar a las comunidades, fortalecer sus redes, abrir lugares para capacitación y funcionamiento tales como Centros de Conciliación y Construcción de Paz.
Desde estas redes comunitarias apoyen y fortalezcan los programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que en la región desarrollamos 12.000 personas y que fueron aprobados por las comunidades de los 15 municipios en reunión con los dos gobernadores, de Bolívar y Sucre, y los 15 alcaldes municipales de la región en ejercicio actual, que nos permitan alcanzar una seguridad humana y una justicia restaurativa desde la noviolencia.
De igual manera, por ser parte de los PDET, apoyen la Red de Aliados Estratégicos (RAE) que constituyen la base poblacional de estos, potencializados con las víctimas, sus organizaciones y las Mesas Municipales y Departamentales.
Fortalezcan, impulsen y financien la Zona de Reserva Campesina creada en su primera fase en los municipios de Córdoba, El Guamo, Zambrano y San Juan el año pasado.
Fortalezcan, acompañen y respalden espacios de generación de confianza y capacitación de la sociedad civil, tales como el Espacio Regional de Construcción de Paz de Montes de María, en donde confluyen 39 procesos sociales, más de 100 organizaciones de base y que se ha mantenido por más de 6 años consecutivos promoviendo diálogos entre las comunidades y sus organizaciones de base, la institucionalidad, las empresas y sus empresarios.
Funcionarios y funcionarias del Estado, unamos fuerzas, derrotemos la desconfianza, miren y valoren esta sociedad civil y sus líderes y lideresas, apóyennos a que tengamos algo más que reuniones e incumplimientos, apóyennos a educar a nuestra gente con sus ejemplos, a cumplir y a exigir, a encontrar el punto de unión entre la sociedad civil y la institucionalidad y desarrollar la gobernanza, con líderes y lideresas empoderadas, que sean éticos y respetuosos de su palabra, pues solo así podemos derrotar la violencia, la pobreza, el miedo y rescatar el sueño de paz y reconciliación en Montes de María, de tal manera que puedan transitar de comunidades vulnerables a comunidades sustentables. Donde no pedimos nada sino que nos autosostenemos.
Gracias, que Dios los bendiga e inquiete.
Este artículo fue publicado con autorización del autor y de la asociación Sembrandopaz. Foto: Lina Flórez.
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