Este artículo hace parte de la serie Leer un poema, una selección de poesía colombiana hecha en colaboración los lectores. Participa recomendando la lectura de un poema colombiano.
Por Jovani Escobar
Paula Guarín es una estudiante de Literatura que escribe desde su infancia, inspirada por las enseñanzas de su abuelo y por diversos acontecimientos que han marcado su vida. Desde el año 2011, Paula comparte su trabajo a través del blog Demencia Púrpura. Sus poemas son de corte íntimo, pero en algunos casos se entrelazan con lo político para hacernos entender que esa esfera pública trastoca nuestras vidas privadas.
Durante el plebiscito por la paz realizado el domingo, 2 de octubre de 2016, en el que «el No» ganó con un 50.21% de participación, el sentimiento de desesperanza entre los más de seis millones de votantes que eligieron «el Sí» fue generalizado. Entre ellos se encontraba esta joven escritora que, durante el mes de campaña, apoyó fervientemente la opción para salir de forma pacífica de un conflicto armado que ha azotado a Colombia durante más de cincuenta años.
Conmovida por estos resultados, Paula reunió sus emociones y las del país en un poema que tituló «Domingo dos». Más de tres años después de este acontecimiento, compartimos su poema y entrevistamos a la autora para conocer su percepción de lo que sucedió en ese momento y de lo que está aconteciendo en la actualidad.
Domingo dos
Vinieron los odios y se llevaron las manos,
la utopía de ser más que miedo y rabia.
Teníamos las voces encendidas, las bocas dispuestas,
los ojos expectantes como cuadernos nuevos,
pero fue solo el sueño de quienes se ahogan
sintiendo compasión por aquel que no respira.
La tierra ya fingía el olvido de la sangre,
los horizontes parecían estar a canciones de distancia,
por un breve momento primaron las palabras.
Lástima que vinieran los odios con su discurso deforme,
y sus ganas de reinar con egoísmo entre los vivos.
Nos quedamos con el hambre de hacer nuevos recuerdos,
con la esperanza aturdida entre pesados escombros,
con el intenso deseo de llorar sin saber cuándo,
con el miedo y la rabia susurrando rencores,
cerca, tan cerca que el perdón se asustó.
¨¨¨
Paula, ¿cómo nace este poema?
Este poema en especial nace de la tristeza y la indignación política que me causó el resultado del plebiscito. Sentí que como ciudadanos perdimos una oportunidad histórica de legitimar la reconciliación y la palabra como alternativas de solución pacífica del conflicto.
¿Qué sientes más de tres años después con respecto a este hecho? ¿Crees que hay un cambio en la sociedad?
No sé. Creo que en los últimos tres años se han renovado los escenarios de discusión política. Los jóvenes, los sectores académicos y algunos ciudadanos antes apáticos han entendido la importancia del ejercicio de la ciudadanía crítica, sin embargo, son muchos los intereses que permanecen vivos en torno a la continuidad del conflicto.
Como país nos falta todavía educación para cuestionar, voz para denunciar y garantías de seguridad para aquellos que se levantan en contra de la utilidad de la guerra, me refiero especialmente a los líderes sociales. Considero que la violencia hacia ellos y ellas es un síntoma de la intolerancia y de las fuerzas oscuras que nos gobiernan.
Frente al escenario que planteas entre la incertidumbre y la esperanza, ¿cómo crees que la escritura nos ayuda como sociedad?
Siento que la escritura sirve para hacer retratos del pensamiento que nos atraviesa y nos hace transformarnos. Encuentro en la escritura una herramienta de reflexión y construcción permanente de la humanidad; una estrategia para exorcizar sin daño colateral nuestros miedos, nuestra angustia. Escribir puede ser terapéutico y nos ayuda, de algún modo, a afrontar los duelos que deja la injusticia, la inequidad y la guerra.
En enero de 2020, Paula Guarin presentó su primer poemario llamado Petricor publicado por Fallidos Editores. Este poema fue publicado originalmente en el blog de la autora.
Conoce los demás poemas publicados en la serie Leer un poema:
- «Paz mil veces y mil veces paz». La plegaria del poeta Carlos Castro Saavedra
- “Dejen que viva a mi modo, nadie morirá por mí”: Manuel Mejía Vallejo
- Los ríos han crecido. Unos versos de la poeta colombiana Matilde Espinosa
- El soneto colombiano que Rocío Vélez de Piedrahíta se sabía de memoria
- Hay un país que crece entre la cizaña. Un poema de Paloma Bahamón Serrano
- ‘La felicidad’ y ‘Lugar común’. Dos poemas de Rogelio Echavarría
- Retrato de un hombre. Un poema de Lucía Donadío
- Composición. Un poema de Elkin Restrepo sobre las usuales cosas de siempre
- Junto a la quebrada. Un poema del libro ‘Montaraz’, de Jony Albino Arenas
- El canto de las moscas. Poemas de Maria Mercedes Carranza sobre comunidades masacradas en Colombia
- Montañas. Un poema de José Manuel Arango
En Diario de Paz Colombia queremos promover la lectura de obras colombianas o sobre Colombia. ¡Y nos encanta la poesía! Anímate a participar en esta serie: comparte tu poema colombiano favorito a través del siguiente formulario: