Mario Rivero y el tierno impulso de sus «lágrimas»


Como parte de nuestra serie Leer un poema, compartimos uno de los versos del poeta, periodista y crítico de arte colombiano Mario Rivero (1935-2009). Comenzamos con una breve presentación hecha por nuestro colaborador habitual Doby González y compartimos enlaces para descargar antologías y otros artículos de interés sobre la vida y obra del poeta. ¡Participa recomendando la lectura de un poema colombiano!


Por Doby González

Mario Rivero, escritor colombiano nacido en Envigado, Antioquia, es conocido como el poeta de lo urbano, considerado así porque el grueso de su obra tributa loas a la urbe o –dicho de otra forma– está circunscrita al ámbito citadino. Aunque debemos resaltar esa marcada tendencia a lo urbano, esto no fue motivo suficiente para privarse de abordar otros temas, quizá mucho más viscerales, como el amor y el dolor. 

El destacado narrador y cuentista argentino Julio Cortázar alcanzó a diseñar un ingenioso Instructivo para llorar, texto a través del cual el autor da cuenta de su exacto conocimiento del llanto y sus ejemplares amigas: las lágrimas. Cortázar señala en el referido instructivo que “el llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos…”.

Por su parte, Mario Rivero, en su original y mágico universo de la palabra, afirmó conocer la naturaleza de las lágrimas (“Conozco las lágrimas/Sé de las lágrimas”) porque sufrió y experimentó –más de una vez– el llanto (“¡He llorado! ¡He llorado…!”). El poeta sabe de la gama de motivos que impulsan el que las lágrimas broten: amor, añoranza, venganza, orgullo, anhelos, vida, muerte, despedidas, heridas del alma, descubrir una “espantosa verdad” y hasta el hecho de hacerse eco de “la secreta tristeza del mundo”. 

Finalmente, es necesario destacar la efusiva declaración de Rivero: “¡He vivido cargado de lágrimas!”. Una vez que el cántaro se reboza, sin más remedio, brotan lágrimas, las lágrimas de un escritor que generosamente comparte su experiencia vital y su desahogo.

Lágrimas que manifiestan el descontento por los conflictos armados, las guerras o invasiones con sus terribles consecuencias y dramáticos saldos de secuestrados, desaparecidos y muertos; lágrimas por las penurias que sufren los millones de migrantes forzados, los desplazados y refugiados… todas estas circunstancias, en conjunto, mantienen en vilo a gran parte de la humanidad y las lágrimas de muchos a la orden del día.

Del mágico cosmos poético que atesora Mario Rivero rescatamos y compartimos el poema titulado: “Lagrimas”.


Lágrimas

En el juicio final sólo se pesarán las lágrimas.
Ciorán

Conozco las lágrimas.
Sé de las lágrimas.
Un negro rocío cuyo sabor perdido
de nuevo encuentro.

He llorado de noche, a la orilla del mar,
oprimido por el dardo de la belleza…

Sollozado lágrimas por alguna espantosa
verdad,

secretamente. Serio como la muerte.
Donde no hay nada para engañar.
O desde lo alto de los tejados, donde
todos pudieran verme.

He llorado bajito, bajo, así de afligido
–medio-triste medio-enfermo–
por los nobles árboles desarraigados
viejos y negros…
Porque la mañana y la noche vienen otra vez
¡y siempre otra vez!
y una vez más, en inextinguible y eterno infierno.

¡He vivido cargado de lágrimas!
han brotado mis lágrimas
en algún estupor de vino y silencio…
He llorado cubierto por mi sudor de sangre
En mi Huerto-de-los-Olivos. Herida el alma
en la despedida más breve.

Compartido anónimos ruidos de lágrimas
en que prevalece, la secreta tristeza del
mundo.

Y sorbido la lágrima desde un párpado…
Una gota sola que cae, con impulso tierno
como el de la rota cuerda de un arpa.

¡He llorado! ¡Llorado de amor o añoranza!
De vergüenza y orgullo. ¡De puro anhelo!
Lágrimas de vida y de muerte,
me han hecho verter una serie de pequeños
hechos.

sigue-leyendo-2

Para conocer más sobre la vida y la obra del poeta Mario Rivero, recomendamos este perfil publicado en la Revista Semana. En este enlace puedes descargar la Baladas. Pequeña Antología, una publicación de la Universidad Externado de Colombia. En este otro enlace puedes descargar la antología Poemas Urbanos. Vuelvo a las calles (1963), publicado por la Biblioteca Digital de Bogotá en 2014. También puedes leer el ensayo «Mario Rivero: el poeta de los hombres anónimos», escrito por Federico Díaz-Granados para la Revista Nómadas.

Otros poemas de esta serie:

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